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*Lugares del Camino*

08 junio, 2006

Fauna del Camino de Santiago

Introducción
A) Somos Alejandro Holgado Reina y Manuel José Pérez Domínguez, ya habíamos trabajado anteriormente en tros trabajos, pero no de esta forma tan profesional y tan perfecta. Nos ha resultado muy difícil este trabajo ya que apenas hay nada sobre la fauna y expresamente de Sarria, y de Santiago de Compostela hay aún menos. Debido a esto este trabajo nos a dedicado mas horas de las que les deberíamos haberle dedicado.
B) Lo primordial de este trabajo es que hemos puesto lo mas importante de cada parte de nuestro camino, así como cada característica de cada especie que hemos nombrado que son las que mas importantes nos ha perecido poner.
C) Al principio Manuel José no tenia Internet lo cual nos tuvimos que reunir en casa de Alejandro, pero no acabamos el trabajo lo cual teníamos que quedar otra día, pero para ese día Manuel José ya tenía Internet y nos dividimos el trabajo en dos partes, que acabamos cada uno en nuestra casa.

Sarria
Empezamos nuestro trabajo exponiendo la fauna de Sarria, lugar desde el que comenzamos nuestra peregrinación hacia Santiago de Compostela, la cual es variada. Nos podemos encontrar desde corzo, urogallo, marta, gato montés, nutria, hasta rebeco y, esporádicamente, se ven osos que llegan desde Asturias. Explicaremos un poco más sobre el rebeco, el urogallo, el gato montes y la nutria

Rebeco
Los rebecos: pertenece a la misma familia de la cabra, están adaptados perfectamente a la alta montaña, lo que se refleja en ciertas particularidades anatómicas; entre ellas está el tipo de pezuña (que le permite una buena movilidad tanto en roca como sobre hielo). El color del pelaje es variable, pero todos los rebecos se caracterizan por tener bandas de pelo oscuras, una a lo largo del dorso y otras dos que parten del hocico, atraviesan la zona de los ojos y alcanzan la base de los cuernos. La cola es corta y de color negro.
realizan desplazamientos estacionales en altitud, de modo que suelen estar en las zonas de alta montaña durante el verano, donde se alimentan de herbáceas, gramíneas y leguminosas, mientras que en invierno, cuando la nieve impide el acceso a estas zonas, se desplazan hacia áreas más bajas, donde su dieta la constituyen sobre todo brotes de coníferas y otras plantas leñosas.

Urogallo
Solo sobreviven entre 500 y 600 ejemplares y es una especie buelnerable en el catalogo nacional. Es sedentario y longevo, llegan a vivir hasta 20 años y es la más pequeña de su especie en Europa.
Es la gallinácea más corpulenta de Europa, más grande y fuerte q el gallo domestico. Se alimenta de los brotes tiernos de haya de las ramas altas, flores de plantas, larvas e insectos, hojas de acebo, etc.
Los machos adultos pesan sobre 3-4’5 kg. , la cabeza y el cuello son negros con reflejos azul verdoso en el pecho, la cola es negra con algunas machas blancas, sobre los ojos destaca una carnosidad de color rojo vivo, el pico es de color marfil y las patas estan emplumadas. Las hembras pesan entre 1’5-2’5 kg. El plumaje es rayado y moteado de pardo, negro, gris blanquecino, el pechp es de castaño rojizo y la cola muy redondeada.

Gato montes
Es muy parecido a un gato doméstico, pero más grande, más robusto y con cola gruesa, corta y peluda. El pelaje es rayado, nunca moteado.
En la península Ibérica está considerada como especie vulnerable y, aunque parece que no es escaso, se está mezclando con gatos domésticos; ésta es una de las principales causas de su desaparición en Europa como especie pura desde el punto de vista genético. El gato montés es un animal solitario y nocturno. Se alimenta sobre todo de roedores, pero también caza conejos, ranas, pájaros, reptiles, insectos y en ocasiones peces. El apareamiento ocurre en primavera y en mayo la hembra pare entre tres y cinco crías.


Lugo
La riqueza natural de este lugar hace sin duda de estos parajes un lugar especialmente apropiado para la observación de infinidad de especies animales y vegetales en su estado natural.
Habitan además en estas tierras numerosas especies endémicas y de especial interés como puede ser el pequeño Desmán de los Pirineos, el Lirón careto, la Ardilla roja o el Lobo entre los mamíferos, la Salamandra gallega y el lagarto verdinegro entre los anfibios y reptiles.


Mamíferos

Lirón careto
Son animales nocturnos y se alimentan de nueces e insectos. Al llegar el invierno hibernan, y en climas muy fríos la hibernación puede durar seis meses
vive en Europa y Asia, y habita en bosques y zonas de matorral.
se cree que en la península Ibérica sus poblaciones están disminuyendo por la pérdida de bosques y refugios adecuados donde guarecerse. Engorda mucho antes de la hibernación y por este motivo los romanos lo consideraban como alimento de lujo para sus festines.
Mide entre 19 y 31 cm de largo incluyendo la cola; resulta fácil de reconocer por la mancha oscura que tiene alrededor de los ojos y que se extiende hacia atrás hasta debajode la oreja.


Lobo
En el Principado de Asturias el lobo es especie protegida. Es un animal grande y poderoso que alcanza los 50 Kg. de peso, de cabeza grande, hocico alargado y ojos oblicuos, se alimenta de raposos, erizos, zorros, ratones, pájaros...y ovejas, para comer una mata a varias y otras tienen tal pánico que se despeñan. Son adultos a los 3 años y en primavera paren entre 3 y 6 lobeznos suelen vivir entre 6-8 años, algunos llegan a 15 años. En una sola noche pueden recorrer 50 Km.


Reptiles

Salamandra gallega
La mayor parte de las salamandras son pequeñas y esbeltas, con una larga cola. El tamaño varía de menos de 5 cm a 1,5 m que llega a alcanzar una especie, la salamandra gigante de China y Japón.
Las salamandras son tímidas y un tanto torpes de movimientos. Se alimentan de gusanos, babosas, caracoles y otros animales pequeños casi exclusivamente durante la noche. Las hembras ponen sus huevos en el agua, de los que salen larvas con branquias externas que suelen desaparecer durante la metamorfosis, aunque algunas salamandras, conservan las branquias una vez desarrollados los pulmones.
Muchas salamandras son terrestres y sólo viven en el agua durante la fase larvaria, aunque regresan a ella para poner sus huevos. Todas las salamandras requieren humedad y suelen vivir en bosques húmedos debajo de cortezas o musgos, entre las hojas caídas o en bromeliáceas; casi siempre hibernan en las regiones frías.


Santiago de Compostela

En Santiago hay una gran variedad de fauna, que se puede cifrar en un mínimo de 13 anfibios, 12 reptiles, 63 aves que crían y un buen número de especies hibernantes y en paso, y 32 mamíferos que habitan en esta zona geográfica.Esta variedad de animales es un reflejo de la profusión de biotopos que se encuentran en una zona considerada relativamente pequeña en extensión pero que habitan en un medio fuertemente humanizado.

En la zona vieja se ven morcegos comunes, corroxos , lavandeiras blancas y urracas. En primavera, la ciudad recibe la visita de aves migratorias que vienen a criar, como la anduriña del culo blanco, vencellos o la anduriña común. El astuto, el halcón peregrino o el gavián también se dejan ver de vez en cuando. La masa arbórea de la alameda permite que vivan en ella pájaros como el carrizo (Troglodytes troglodytes), el mirlo (Turdus merula), el rubideiro común (Certhia brachydactila), el paporrubio (Erithacus rubecula), los gorriones (Passer domesticus), el pimpín (Acantis cannabiana), el ferreiriño (Parus ater), la urraca (Pica pica) o el piquelo (Sitta europeae). Volando sobre la ciudad se ven con frecuencia gaivotas choronas (Larus ridibundos), corvos viaraces (Corvus corone) y estorniños (Sturnus sp.).


Halcón peregrino
El Halcón Peregrino tiene una distribución global. Excepto por Antártica, lo encontramos en todos los continentes y en muchas islas. Se encuentra presente en la mayor parte de Europa. En Asia se ausenta del centro del continente pero habita en todo el norte y sur, incluyendo las islas de Indonesia y las Filipinas
Se le considera común en muchas partes de su distribución a pesar que esta especie fue seriamente afectada por los pesticidas a mediados del siglo XX.
Habita donde hay árboles o en las montañas con riscos. También en las ciudades y en la tundra. Se le documenta desde el nivel del mar hasta los 3,335 metros de elevación.
Estos halcones son bien agresivos cuando están criando, con frecuencia atacan a las águilas que pasan por su territorio. Anidan en los riscos, en las chimeneas, en nidos abandonados de otras aves. Es posible que usen el mismo sitio para anidar el próximo año. La nidada cuenta de dos a seis huevos. Si la nidada se pierde, es posible que vuelvan anidar. La incubación toma de 29 a 33 días y es efectuada por la hembra en su mayor parte. Los pichones se van del nido de los 35 a 42 días de nacido. Se mantienen bajo el cuidado de los padres de 6 a 15 semanas adicionales.La alimentación consiste de pequeñas aves y mamíferos.

Los machos logran una longitud de unos 38 cm., con un peso entre 450 gramos y 1.1 Kg. Las hembras alcanzan los 48 cm., con peso que oscila entre 720 gramos y 1.6 Kg. Las alas tienen una envergadura entre 80 y 115 cm. Estas medidas son generales, algunas subespecies, se reconocen de 16 a 18, son más grandes que otras.

Mirlo
Mirlo, nombre común de una gran variedad de aves que tienen casi todo su plumaje de color negro. El mirlo común de Eurasia es miembro de la familia de los tordos. El mirlo capiblanco también pertenece a la misma familia; puede ser visto en la península Ibérica durante todo el año. También existen pájaros a los que se conoce como mirlos; tal es el caso del mirlo acuático que vive en la península Ibérica y pertenece a la familia de los Cínclidos.

Petirrojo
El nombre científico del petirrojo europeo es Erithacus rubecula,
familia del tordo.
El petirrojo europeo, que en realidad no es un tordo verdadero, habita en todo Eurasia, siendo especie residente todo el año en la península Ibérica. Los machos son agresivos y territoriales, y se alimentan sobre todo de insectos. Lo más característico de este ave es el color rojo anaranjado que poseen los adultos en el pecho y la frente.

A Coruña

Fauna terrestre

Anfibios y reptiles
Son abundantes las Lagartija de Bocage Podarcis bocagei, el
Lagarto ocelado Lacerta lepida y el Lagarto verdinegro Lacerta
schreriberi.

Lagartija de Bocage Podarcis bocagei
Lagartija de pequeño tamaño, relativamente robusta y con el cuerpo no deprimido y el cráneo alto, en el que las órbitas oculares sobresalen poco por encima del píleo. Machos adultos con el dorso verde y los flancos pardos. Hembras adultas e inmaduros con el dorso y flancos pardos. Coloración ventral principalmente amarilla. Longitud de la cabeza y el cuerpo media de los adultos 57 mm en los machos y 55 mm en las hembras.


Aves
En A Coruña existen aves como pueden ser el elanio azul, Azulon, o como tambien puede ser el Cormorán Moñudo.

Elanio azúl
La distribución de este ave es por todo el Oeste de la península excepto la costa de Portugal y Galicia
Nombre científico: Elanus caeruleus
Longitud: 30-35 cm, envergadura: 75-80 cm, raro y local, sedentario, cazador

Rapaz muy pequeña de colores muy claros como blanco o gris (como se puede apreciar en la foto) se cierne como un cernícalo. Partes superiores grises, alas grises (por arriba) ojos rojos y patas amarillas. Vive en zonas despejadas, con árboles que no sean frondosos para cazar hace como el ratonero, se posa en postes. Ocasionalmente en bandos grandes.


Cormorán Moñudo
El CORMORÁN GRANDE (Phalacrocorax carbo) es, sin lugar a dudas, la especie más conocida de la familia a la que pertenece.
Se trata de un ave estacionaria o que, como máximo, lleva a cabo migraciones irregulares, porque sólo cambia de residencia impulsado por la abundancia de alimento que pueda encontrar durante la época invernal. Muy pocas veces se atreven a salir a mar abierto.
La mayor parte de los cormoranes tienen el plumaje negro, o bien blanco y negro, con reflejos verdosos o bronceados. En definitiva, el vocablo "cormorán" no es sino una corrupción de la denominación latina de la especie: "Corvus marinus", es decir, cuervo de mar.


Mamíferos
Las praderas de Punta Herminia y las laderas de San Roque son
hogar de mamíferos como el Topo común
la Musaraña común, el Ratón de campo
, y la escurridiza Comadreja
En las Islas sólo se ha constatado la presencia de Rata Común
Rattus norvegicus, la necesidad de cuya erradicación ya se ha
expuesto más arriba. En el pasado, a decir de los marineros de la
zona, era abundante el Conejo Oryctolagus cuniculus, pero hoy
ha desaparecido.
Sí es destacada la presencia de cetáceos en ocasiones muy próximos
a la costa:Delfín común, Delfín mular o Calderón.

Topo común
Longitud cabeza-cuerpo: 12-16 cm. Longitud de la cola: 2-3 cm. Peso: 65-120 gramos. Aspecto muy compacto. Cuerpo cilíndrico sin cuello apreciable, hocico largo y extremidades anteriores con poderosas uñas. Ojos reducidísimos. Carecen de orejas. Pelambre espesa y sedosa, con tonalidad negruzca.
Viven en todo tipo de praderas y calveros. Metabolismo muy acelerado, por lo que precisan una ingestión continua de alimento. Localizan a sus presas olfateándolas o captando sus vibraciones en el suelo gracias a su fina sensibilidad táctil y acústica. Comen fundamentalmente lombrices de tierra.

Ratón de campo
Mide aproximadamente entre 7.5 y 11 cm y pesa entre 14 y 35 g, su cola tiene aproximadamente entre 120 y 190 anillos. Este animal vive en bosques de todo tipo y matorral espeso. En invierno frecuenta en edificios donde hiberna. Este ratón también tiene la peculiaridad de que es nocturno. Salta y trepa bien; excava madrigueras que suelen disponer de diversos accesos. Reviste sus nidos subterráneos con briznas y musgos.


Conclusiones

A) Las ideas mas importantes son:
1) el trabajo consta 4 partes: Sarria, Lugo, Santiago de Compostela, y por último A Coruña.
2) Que cada parte del trabajo expresa las características de cada animal resumiéndolo al máximo.
B) Al final todo a salido bien, pero con un poco de retraso a causa del Internet de uno de los componentes del grupo, que al no poder quedar en ningún momento, por motivos de exámenes, por no coordinación de horarios y no poder hacer nada porque uno estaba en Jerez y otro estaba en Trienal, por eso se debe este grandísimo retraso.


Bibliografía

LIBRO: Nosotros, los componentes del grupo o hemos utilizado ningún tipo de libro para sacar ninguna información, ya que en los libros no viene nada sobre la fauna de un lugar en concreto.

WEB: Eso es lo único que hemos utilizado. Nos metimos en las pagina del buscador goolge para poder encontrar algo sobre nuestro trabajo, poniendo en el busca: fauna de Sarria
Fauna de Santiago de Compostela
Y así sucesivamente para acabar nuestro trabajo.

OTROS: No hemos utilizado nada mas que las paginas de Internet para hacer nuestro trabajo, pero lo que si hemos consultado son la enciclopedia de consulta encarta para encontrar la fotos de los animales que mostramos anteriormente en cuerpo del trabajo.

26 mayo, 2006

La Plaza de Salamanca


La Plaza Mayor te aguarda.
Se construyo hace dos siglos y medio, a Plaza Mayor de Salamanca es el espacio urbano más importante del casco histórico de la ciudad, una gran sala de estar, el monumento más querido y vivido por los salmantinos, la puerta de entrada para losa visitantes, el espacio donde todos tienen cabida y son bien recibidos por los salmantinos. 251 años, más que mayor de edad, la hacen poseedora de incalculables valores y significados: arte, historia, estética.Pero además, es también escenario de actividades públicas de todo tipo, corridas de toros, mercados, ajusticiamientos o paseos. Es, como han escrito " el corazón vivo y palpitante de la ciudad, ágora ciudadana, foro comercial y anfiteatro festivo en una pieza". Conocer la historia de España a través de sus genuinos medallones o los cafés, bares y terrazas donde sentarse a tomar algo, son otros de sus atractivos. Porque la Plaza Mayor es el lugar por el que todo el mundo pasea, mira y al mismo tiempo es observado. Y durante estos años ha sido y es el centro político y social y el lugar de reunión de la ciudad. De reunión, encuentro y acogida: en definitiva, la mejor puerta de acceso a los secretos de la ciudad que la ha visto nacer.

251 años de Historia: Una plaza Euro-Barroca
Costeada por el Ayuntamiento, la construcción de la Plaza Mayor supuso un cambio en la concepción de la ciudad, frente a lo que venía siendo un crecimiento urbano caótico y de corte medieval. La obra es un proyecto del arquitecto Alberto de Churriguera, quien comenzó los trabajos en 1729, aunque no fue hasta 1755 cuando Andrés García de Quiñones diera por terminado el que 180 años más tarde, en 1935, fuera declarado Monumento Nacional, por ser la Plaza Mayor "más decorada, proporcionada y armónica de todas las de su época".

Pese a las influencias herrerianas y renacentistas que marcan sus antecedentes (las plazas de Valladolid, Madrid o la Corredera de Córdoba), la salmantina es sin embargo una plaza singular y original. De proporciones equilibradas y decoración serena y uniforme, la Plaza Mayor es, muy probablemente, una de las más bellas plazas que existen y, a la vez, la que de un modo más claro refleja y representa la idea de lo que este tipo de espacios significan. Como afirmó Unamuno, es "el corazón henchido de sol y de aire" y al mismo tiempo, el lugar donde el sol sana, el lugar de los mil idiomas, un lujo, un placer para la vista y los sentidos.

La Plaza Mayor de Salamanca
La construcción de la Plaza Mayor comenzó a gestarse en 1729, cuando Felipe V visitó la ciudad y decidió premiarla con la construcción de una plaza singular, en agradecimiento de Salamanca a su causa en la Guerra de Sucesión. Fue construida en el solar que ocupó la antigua plaza de San Martín del Mercado. La plaza se terminó en 1755 y consta de cuatro fachadas de tres pisos de altura cada una y de diferente longitud todas ellas. En el centro de una, la orientada hacia el norte, se erige el edificio que alberga el Ayuntamiento de Salamanca, sobre el cual existe una espadaña con tres campanas y cuatro esculturas alegóricas de la Agricultura, la Industria, la Música y la Poesía junto a esta.

En lo más alto del edificio del ayuntamiento se alza una veleta sobre la que se instala la célebre Mariseca cuando las fiestas municipales se acercan.Las fachadas se levantan sobre 88 arcos de medio punto, en cuyas enjutas están labrados los famosos medallones, que representan a personajes unidos a la historia de la ciudad o los reinos de España. Así, Pizarro o Hernán Cortés, conquistadores de América, comparten escenario con literatos como Cervantes o Unamuno, artistas de la talla de Tomás Bretón o el célebre guerrillero Julián Sánchez el Charro, quien combatió a los invasores franceses durante la Guerra de la Independencia de principios del s. XIX.Los reyes castellanos y leoneses y de España cuando ésta surgió como estado moderno también están esculpidos, desde el monarca salmantino Alfonso IX de León hasta Carlos III o los actuales reyes Juan Carlos I de Borbón y Sofía de Grecia.Como ninguno de sus lados tiene las mismas medidas, la Plaza Mayor adolece de cierta irregularidad que, no obstante, no desmerece en nada su belleza monumental.

Materiales
La Plaza Mayor se levantó usando la celebérrima piedra de Villamayor, con la que están construidos la mayoría de los monumentos de la ciudad y que otorga a esta su característico color dorado, debido a que la piedra es rica en hierro. El responsable de la construcción del ágora fue Alberto Churriguera, aunque el ayuntamiento fue proyectado por Andrés de Quiñones. El estilo de la plaza es el churrigueresco, variante del barroco que se caracteriza por su ornamentación y detalle. Los usos que se han dado a la Plaza Mayor han sido de lo más variados, desde coso taurino hasta escenario de convenciones, exposiciones y muestras de cualquier tipo. El ágora estuvo ajardinado hasta los años 50,e incluso en aquella época se pensó en construir un aparcamiento en ella, antes de peatonalizarse. Hoy en día es el corazón de la ciudad, punto obligado de reunión de los salmantinos y visitantes y núcleo vital de la villa.
La plaza es la desembocadura de algunas de las calles más importantes de la ciudad y el punto de partida de quien desee visitar el centro histórico de Salamanca.

Medallones
Debido al acontecimiento del 250 cumpleaños de la Plaza Mayor, habrá un cambio en los celebérrimos medallones. Se tallarán algunos nuevos y puede que otros vean variar su contenido, al menos temporalmente. Se cerrarán los relieves sobre la dinastía de los Borbones, ya que faltan todavía algunos monarcas de esta rama regia, como Isabel II o Fernando VII. Las dos épocas republicanas españolas también se verán reflejadas en el inmortal monumento mediante dos alegorías. La novedad más llamativa estará en el proyecto de contar con ocho medallones digitales. Se pueden incluir desde fragmentos de la historia de la plaza e información turística de Salamanca a caracterizaciones de algunos personajes relevantes que no cuentan con su correspondido retrato en piedra.

El trabajo es obra de Jose angel 4ºC y jose carlos 4ºA
By: PePe
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Universidad de Salamanca


La Universidad de Salamanca es una de las más antiguas del mundo, creada poco tiempo después de la de Bolonia y Paris. En 1218 el rey Alfonso IX de León fundó la universidad como Escuela General. En principio los estudios se hicieron en el claustro de la Catedral Vieja, hasta que ya en el siglo XIV se empezaron a fundar colegios. A fines del siglo XVI había ya 29 colegios, además de las Escuelas Mayores y Menores, establecidas en los propios edificios de la universidad. Las Escuelas Mayores se empezaron a construir en 1415, siendo el primer maestro Alonso Rodríguez.La fachada, en la calle Libreros, es uno de los más grandiosos y mejor conservados monumentos del estilo plateresco. Se debe a una merced de los Reyes Católicos, aunque se construyó después de su muerte, en 1534. Su recuerdo ha quedado perpetuado en un medallón que se encuentra en le primer cuerpo, en el que están sus bustos tallados. En la parte inferior se puede leer "Fernandino - Elisabeta", y en la parte alta, en griego, "Los Reyes a la Academia, y ésta a los Reyes".
El Patio tiene un doble claustro con columnas y arcos de medio punto, en la galería inferior, y columnas muy finas y arcos truncados mixtilíneos en la galería superior. En la planta baja están las antiguas aulas en las que se hacían estudios generales. Destacan las aulas de Salinas, Fray Luis de León y el Paraninfo.

-La Biblioteca: En sus estantes se encuentran más de 40.000 volúmenes escritos entre los siglos XVI y XVIII, en todas las lenguas y materias, destacando la Teología, Letras y Leyes. La biblioteca se extiende a un recinto anejo cubierto por una bóveda gótica estrellada, donde se guardan tres mil seiscientos manuscritos y cuatrocientos incunables con páginas de pergamino y vitela, escritos entre los siglos XI al XVI.

-Capilla: En la segunda mitad del siglo XV se construyó la Capilla de San Jerónimo. Tenía un retablo de Juan de Flandes con hermosas esculturas de Felipe de Borgoña y pinturas de Juan de Borgoña y Fernando Gallego. La decoración actual, realizada en 1767, es obra de Simón Gavilán Tomé. Destaca el retablo. En la capilla se conservan las cenizas de Fray Luis de León.Patio de Escuelas: Es una pequeña y hermosa plaza que evoca la vida universitaria. Nada ha cambiado en ella desde el siglo XVI. Destacan la fachada de la Universidad, el Hospital del estudio, la fachada de las Escuelas Menores, la crestería que corre a lo largo del muro de estos edificios, y la estatua de Fray Luis de León.

El trabajo es obra de Eduardo José Limones contreras y David González Carrasco.

By: PePe
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25 mayo, 2006

Vidrieras de la catedral de León

I.E.S Azahar -- Camino de Santiago

Vidrieras de la catedral de León


Alumno: José Luis Guillén Piozza


INTRODUCCIÓN

Para este trabajo sobre las vidrieras de la catedral de León, no contaba con ningún conocimiento concreto previo. Solo conocía que existía y que era una construcción importante. Mi organización para este trabajo a sido bastante sensillo a causa de que lo hago solo, asi que la mayor complicacion es buscar la informacion. Para ello utilizare al 100% Internet ya que considero que sera la mejor y mas rápida fuente de información para encontrar gran cantidad de útil información.


VIDRIERAS CATEDRAL DE LEÓN

La Catedral, ordinariamente, estaba anclada en el núcleo de aquellas primeras aglomeraciones de gente cuyas casas y barrios se apiñaban entorno a ella. Esta de León coincidía con el lugar geométricamente más alto y más oriental de la ciudad.
Se comenzó a construir, como era costumbre, por la cabecera, en dirección EO, para lo que fue preciso romper la muralla. Era, pues, lo primero que tocaba la luz, tanto por orientación como por altura. En los dos vanos de la vidriera central del ábside se representa el árbol de Jesé, el padre de David, de cuyo tronco había de nacer Cristo, tema importante dentro de la catequesis bíblica del siglo XIII, con el que se intentaba resaltar la naturaleza humana del Hijo de Dios. Aunque esta vidriera fue muy alterada cuando se construyó el retablo del siglo XVIII, conserva lo fundamental; sobre ella, en la roseta central, aparece la figura solemne del Pantocrátor, que se sitúa como la cúspide absoluta y convergencia final de todo cuanto es y significa este templo. Estas vidrieras constituyen la clave de todo el simbolismo lumínico y didáctico; resuelven en sí mismas una intencionada analogía entre el "astro sol" y el "Sol Salutis ", o luz verdadera "que alumbra a todo hombre que viene a este mundo", como relata el evangelio de san Juan. Se enriquece de esta manera la actividad física de la luz con una dimensión de supranaturalidad al simbolizarnos a Cristo, Verbo Encarnado, que desde que aparece en el templo es preconizado por el anciano Simeón como la "luz que habría de alumbrar a todas las naciones".
Aunque el programa iconográfico de las vidrieras está muy alterado como consecuencia de tantas y tan dramáticas restauraciones como ha sufrido desde el siglo XV, en líneas generales aún coincide con el ordenamiento original de sus temas, en perfecta sintonía con el pensamiento medieval: en las vidrieras altas del lado norte, donde nunca se posa la luz, predominan las figuras del Antiguo Testamento; sus personajes desfilan entre la penumbra de la esperanza caminando hacia Cristo, hacia Oriente, donde nace la luz; en ellos encuentra perfecto sentido el relato de Isaías cuando dice que "el pueblo que habitaba en tinieblas ha visto una gran luz: para los que habitaban en las mortales sombras, una luz se levantó". En las de la nave sur, sobre las que gira el sol, aparece la Iglesia triunfante con sus ministros, confesores y testigos de la Verdad plena, atenazada entre los emplomados durante la noche pero que explota en libertad cuando sale el sol, como los hijos de la luz, durninada por Cristo.
Ambos Testamentos se refundían con el grupo apostólico en el presbiterio, entomo al árbol de Jesé; de vez en cuando, entre estos protagonistas tanto de la promesa como de su cumplimiento, se intercalaban otros personajes vivientes aún, que con su dimensión humana y social contribuían de modo peculiar al establecimiento de la cristiandad en la tierra: sobre todo, monarcas y pontífices.
Cada cristal, como una piedra preciosa, se convierte en fuente de mil matices coloreados y cargados de mensaje trascendente. No se sabe si la luz se hace palabra o si la palabra se transforma en luz; ésta, cuando penetra en el interior del templo. queda filtrada sin la materia blanca que la aproxima más al orden físico; es entonces cuando adquiere un sentido más profundo y revelador de la divinidad: imagen también del hombre que se deja iluminar y encarna la Palabra sin oponer obstáculo moral.
En este fenómeno se inspiraban los teólogos medievales que por entonces intentaban explicar con una fórmula perfecta el misterio de la Encarnación del Verbo en las entrañas virginales de María, "a la manera que un rayo de sol pasa por un cristal sin romperlo ni mancharlo".
Esta dimensión mística de la luz hay que tenerla muy en cuenta al intentar descubrir el verdadero contenido de la Catedral. Lo más importante de las vidrieras es la contribución a la sacralidad de su espacio.
Era lo que expresamente buscaba el Abad Suger en la construcción de Saint Denis cuando mayor era el apogeo de la industria del vidrio y comenzaba a aplicarse en los edificios góticos con carácter sustancial para los mismos. Al fin y al cabo ellos eran la "Nueva Jerusalén" que san Juan veía descender del cielo, llena de luz, con los muros cuajados de piedras preciosas.
No podemos olvidar, como enseña Nieto Alcaide, que las vidrieras o "muros traslucidos" han de contemplarse con visión de totalidad, como recurso para lograr una tonalidad unitaria, sin que esto excluya la función de servir como soportes singulares en los que se plasman las verdades de la fe, como hasta este momento se hacía en los frescos de las iglesias románicas que, para ello, tenían que ocultar sus muros bajo los estucos. En el gótico todo se hace visible y hasta los mismos sillares aparecen perfectamente dibujados participando de la claridad de todo el mensaje.
Además, para aquellos pensadores no había belleza sin luz: las cosas eran bellas por tener destellos de luz. Decía san Buenaventura que hasta el carbón participaba de esta cualidad ya que en su entraña estaba la brasa centelleante. Esta belleza, esta luminosidad, llevaba a Dios progresivamente según los grados de participación en la Belleza suprema. Dios era la luz increada de la cual se difunden por todas partes la luz y la belleza de los seres, enseñaba Engelberto de Estrasburgo en el último tercio del siglo XIII, cuando más intensos eran los trabajos de la construcción de la Catedral y sus vitrales.
Sin caer en el panteismo defendido por Averroes, de alguna manera podemos hablar de la presencia de Dios, como una emanación latente bajo esta sinfonía de colores.
Por otra parte, la luz se conceptuaba como la criatura más sutil, intermedia entre lo corpóreo y lo espiritual, y por lo tanto, el medio más idóneo para simbolizar la esencia divina como ya se hizo en el libro de la Sabiduría, presentándose a ésta como "reflejo de la luz eterna".
Teniendo estas ideas en cuenta, nada tiene que extrañar que la Catedral fuera el "tabernáculo de la luz uniforme y resplandeciente", que aproximaba mejor a la claridad celeste "donde los bienaventurados ven a Dios cara a cara".
Aunque el paso de la luz sea fugaz y cambien las tonalidades constantemente según el ángulo solar, sin embargo en el interior del templo se respira una paz profunda. Cuando el peregrino reposa bajo estas bóvedas, se siente envuelto por una atmósfera densa, cargado de cromatismo. Casi inconscientemente sintoniza con esta teología de la luz y de la belleza, cuya finalidad intrínseca era la de acercar a un orden superior o la de preguntarse por él. Ello constituye una especie de "teofanía permanente", en contraste con la transitoriedad de la energía física.
Otra vez volvemos a la dialéctica escolástica, de cuya tensión, como ocurre con los elementos arquitectónicos, brota la verdad más apacible y armónica, espejo de la armonía celestial, restablecida por Cristo tras el dominio sobre el pecado, que son las tinieblas.


MAESTROS Y ÉPOCAS

Con toda probabilidad los primeros vidrieros que trabajaron en esta Catedral eran franceses, y centraron su labor en los huecos de las capillas de la girola. Durante el siglo XIII aparecen- varios nombres, algunos de los cuales relacionados con talleres burgaleses, traídos a León por el arquitecto Juan Pérez. Muchos se citan indirectamente, al figurar como testigos de contratos. Entre ellos, están Domingo (1214), Adam y Fernán Arnol (1263), Pedro Guillelmo (1246 y 1269). De ésta primera etapa se conservan varios paneles muy localizados y la vidriera de la "Cacería", que ocupa el quinto lugar de las altas, por el lado del evangelio. Lo restante se integra en composiciones, como ocurre con el árbol de Jesé, central del ábside, y la número treinta y uno, primera del lado del sur. También son de esta época varias rosas del rosetón del norte.
La de la "Cacería" es un documento gráfico sobre la vida cortesana del siglo XIII. En ella se mezclan escenas de cetrería, asuntos circenses, juglares, caballeros con ballestas, ángeles músicos, etc. Aparecen también representaciones de la gramática y de la dialéctica. Sus colores son densos, producen un gran sentido de intimidad. Esta vidriera, por sus temas, parece que no se hizo para la Catedral. Es muy probable que proceda del palacio de Berenguela y sea obra de finales del siglo XII.
Por otra parte, las pequeñas dimensiones de sus paneles nos hacen pensar que estuvo colocada en un lugar más próximo al espectador.
En la del presbiterio se conservan varios fragmentos del siglo XIII, perteneciente al árbol de Jesé, como ya se dijo. Entre los reyes y profetas que en ella se enarbolan, figura el nombre de Emmanuel.
Con esos paneles guarda mucha relación y unidad estética la número 31, haciéndonos pensar que, en su origen, integraban una misma vidriera. En esta última, además de algunos apóstoles, como san Pedro, san Pablo y Santiago, hay ángeles músicos, reyes sentados y otros personajes. Todos ellos en medallones ovalados o hexagonales, también de pequeño tamaño, igual que los de la "Cacería".
El siglo XIV nos oculta con un gran silencio los nombres de los vidrieros de la Catedral. No obstante, es de suponer que la actividad fuera intensa, ya que desde muy pronto estaban concluidas todas las tracerías. La industria del vidrio cobró gran desarrollo por aquellas fechas, tras haberse descubierto el amarillo de plata que potenciaba la multiplicidad de colores y matices. Los gremios de vidrieros iban en aumento. Por seguirse usando los vidrios pequeños y gruesos, la luz continuaba movilizándose más, aunque técnicamente se fuera avanzando hacia un innovador sentido pictórico sobre el cristal.
Del siglo XIV se cree que son las rosas de las naves laterales y la ojiva de sus vanos. Además, la mayoría de las que cierran el rosetón del norte y las naves altas del mismo lado.
En el siglo XV nos encontramos con abundante documentación, y tanto la estética como la técnica de determinadas series nos dan pie para hacer atribuciones bastante certeras. Por otra parte, los artistas estaban vinculados a determinados obispos, cuyos escudos aparecen en algunas vidrieras. Se habla, en los contratos, de mercaderes burgaleses, de artistas procedentes de Flandes y de Centroeuropa; de numerosas restauraciones y de vidrios; de compras de estaño y de plomo.
Un gran impulsor de toda esta actividad fue el obispo Juan de Villalón (14191424), quien prestó y dejó como donación parte de sus bienes para las vidrieras de la Catedral. Bajo su mecenazgo trabajó el maestro Arquer, a quien se atribuyen las del presbiterio y alguna del lado norte.
Bajo el obispo Alfonso de Cusanza estuvo en León Alfonso Díez, no sabemos si leonés o de Burgos. Se ocupó de las vidrieras durante nueve años, realizando varias del crucero, tanto norte como sur.
Durante la segunda mitad del siglo XV se fueron sucediendo, cuando no trabajaban a la vez, los maestros Valdovín, Annequín, Escalante y Nicolás Francés, entre otros. A ellos se deben casi todas las altas del costado sur y alguna de las capillas. Annequín, en concreto hizo la de la Virgen del Dado, sobre cartones de Nicolás Francés, ejecutor de los dibujos para otras muchas.
En el siglo XVI trabajaron hombres tan importantes como Diego de Santillana, que el año 1507 concluía los tres ventanales de la librería. Además de Rodrigo de Herreras que hizo de la Natividad en la capilla de la Virgen Blanca en 1565, hay referencias sobre Gregorio de Herreras, los Carrancejas, etc.
Durante los siglos XVII y XVIII, poco amigos de lo medieval, el interés se centró fundamentalmente en restaurar y poner remiendos a las existentes, que venían sufriendo graves deterioros, debidos, no solamente al desgaste del tiempo, sino también a los graves avatares a los que se vió sometida la arquitectura de este templo.
Así llegaríamos hasta la última década del siglo XIX, en que los arquitectos Bautista Lázaro y Juan Torbado emprendieron la ingente tarea de recomponer y restaurar la totalidad de los vidrios, actualizando en León un importante taller, en el que tuvieron gran protagonismo Guillermo Alonso Bolinaga, Alberto González, Marceliano Santamaría, etc. a este último se deben las que cierran el triforio por la parte del presbiterio, que alteran la uniformidad cromático del conjunto. La mayoría de los temas heráldicos de dicha zona, son también recreación del siglo XIX, y se refieren a familias, nobles o regiones que cooperaron en la restauración de la Catedral.
En líneas generales podemos decir que, hasta finales del siglo XIV, las figuras de las vidrieras guardan una gran unidad estética. Todas responden al esquematismo gótico, con una gran simplicidad de elementos. Aunque los perfiles y los dibujos a veces son secos, suelen estar trazados con gran suavidad. Sus personajes participan de la aparente irrealidad de lo transcendente, pero llenos de concentración y expresionismo en los rostros. Son pensativos y atemporales. Ninguno se atreve a esbozar la mínima sonrisa, aunque todos contribuyen, con sus colores vivos, a llenar el aire de celeste sonoridad. Sobre los fondos rojos, azules o dorados infinitos, enmarcados por decoración geométrico, se superponen en los huecos, en número de dos o de tres por cada vano. Salvo en las capillas de la girola, o en la "Cacería", como ya se dijo, nunca participan en escenas, ni dialogan entre sí.
Cuando la perspectiva espacial o geométrico rompe los esquemas medievales, como ocurre con la vidriera de la Natividad, en la capilla de la Virgen Blanca, se nos anuncia un mundo distinto, que, más que bañarnos en el espacio sagrado, nos arrastra hacia un horizonte exterior al templo. Un panel de esta vidriera fue destrozado durante la noche del veinte al veintiuno de abril de 1991.


CAPILLAS DE LA GIROLA

Cada capilla tiene tres ventanales de dos huecos y su correspondiente rosa. Casi todas las representaciones son escenográficas, en disposición seriada, con gran mezcolanza de temas. Las que no se refieren a la vida de Cristo, María o san Antonio, son de muy difícil interpretación. A través de los bocetos conservados en el Museo se puede ver cómo en estos ventanales hay muchos fragmentos aprovechados, tanto del siglo XIII como del XIV La diferencia fundamental con los ventanales altos, desde el punto de vista iconográfico, consiste en que, salvo algunas excepciones, las figuras son pequeñas, enmarcadas por círculos, de formas poligonales u ovaladas, al modo medieval, y son fácilmente perceptibles por la poca altura de su colocación. Los vidrios son gruesos, con abundantes burbujas y vivos colores.


CAPILLA DEL NACIMIENTO

En los dos primeros huecos hay seis personajes reales tocando instrumentos, sobre los que campean escudos. El cuarto panel de la lanceta derecha efigia una figura de tipo semítico.
En los centrales aparece san Roque y sobre él, dentro de arquitectura plateresca, un obispo; ambos son obra de Diego de Santillana, datados en 1508. A su lado, ocupando casi todo el vano, se representa a san Pedro portando las llaves. En la rosa, el busto de san Hipólito.
Los paneles del ventanal derecho recogen escenas de la vida de san lldefonso, entre las que podemos distinguir: celebración de la Santa Misa, imposición de la casulla, visita del Santo Obispo a un rey y varios fieles recibiendo su bendición, en el primero de los huecos; en el otro, la muerte de un personaje cuya alma llevan dos ángeles al cielo y el momento de la Transfiguración del Señor son los únicos paneles descifrables. Es muy interesante la rosa, en la que se muestra a un grupo de peregrinos en actitud orante, ante la tumba del Apóstol Santiago; como fondo aparece la basílica compostelana, flanqueada por dos almenas. Hay una buena perspectiva lineal, compensación de masas y otros logros técnicos.


CAPILLA DE LA VIRGEN DE LA ESPERANZA

El primer hueco se dedica a narrar la vida de la Virgen: aparece su nacimiento, la Presentación en el templo, la Visitación a santa Isabel, la Asunción a los cielos y la aparición de Cristo a la Magdalena. El segundo nos muestra a santa Ana enseñando a leer a la Virgen niña, el taller de Nazaret, los Desposorios y la Coronación. No se ha sabido interpretar el panel de la ojiva. La rosa se divide en dos escenas distintas: abajo, una procesión funeraria en la que varias personas transportan el cuerpo de la Virgen sobre unas andas, seguidos por el obispo y un diácono; mientras avanzan, sus rostros aparecen llenos de compunción. Arriba, se procede a colocar la tapa sobre el sepulcro en el que ha sido introducido el cadáver amortajado; el obispo imparte la última bendición a la vez que el acólito posa el hisopo en un acetre. Dos ángeles, como es clásico, llevan hasta el cielo el alma de María.
Acaso el segundo ventanal sea el más enigmático. El primer panel parece representar a san Juan evangelista, con el cáliz en la mano. Encima, un personaje llagado ¿Cristo? ejerce su influencia sobre un joven, de cuya boca sale una forma flamígera que se prolonga en disco con cruz inscrita. Más arriba, una mujer y un hombre que lleva un niño en brazos, vestidos con curiosos ropajes. En el siguiente panel aparecen tres ángeles con libros abiertos, mientras otra figura humana permanece medio sumergida en la corriente de un río: creemos que hace referencia al sacramento del Bautismo. Y como remate, otro tema inidentificable. Todas estas escenas son fragmentos conservados de primitivas series cuya conexión no acertamos a descubrir aquí. En el segundo hueco, también de abajo hacia arriba, se representa la venida del Espíritu Santo, la Ascensión, santo Tomás comprobando las llagas de Cristo, la aparición de Jesús a la Magdalena y la Resurrección. La rosa recoge el momento en que un obispo, con atributos pontificales, bendice a un grupo de mendigos, paralíticos, tullidos y peregrinos; lo acompañan dos acólitos. Esta escena hace referencia a las obras de caridad del prelado, asunto frecuentemente representado en los frontis de los sarcófagos.
En los dos huecos del tercer ventanal se vuelve a insistir en la vida de Cristo: la Santa Cena, la Sepultura, mujeres pidiendo el cuerpo de Cristo a Pilato (¿en dos paneles?), la Ascensión y la Resurrección, todo en el vano izquierdo. En el derecho. la Oración del Huerto, la Flagelación, la Crucifixión, el Descendimiento de la cruz y otro panel ocupado por un obispo. En la rosa, se representa la resurrección de Lázaro, quien sale ya vivo del sepulcro; asisten a la escena tres grupos de personajes: apóstoles y mujeres, dialogantes o llorando; entre ellos están Marta y María.


CAPILLA DE LA VIRGEN BLANCA

La vidriera que cierra los vanos de esta capilla rompe la línea medieval del resto: propiamente se trata de una pintura sobre vidrio a modo de tríptico renacentista que abarca las tres arcadas. El sentido de lo trascendente ha quedado aquí suplantado por una visión antropocéntrica y horizontal; se da mucha importancia al paisaje, a la perspectiva, a la plasticidad de los cuerpos concebidos con gran naturalismo y ponderación de masas. Por el lado de la izquierda están los ángeles y los pastores; al otro lado, los santos reyes; en el centro, la Sagrada Familia. Todo dentro de unas arquitecturas platerescas similares a las que los escultores iban introduciendo en la piedra de la Catedral. Esta vidriera fue hecha por Rodrigo de Herreras el año 1565.


CAPILLA DE SAN CLEMENTE

En los vanos del primer ventanal se efigia, de cuerpo entero, al Papa san Clemente y a san Antonio con el Niño, ejecutados por Gonzalo de Escalante el año 1476. Sobre ellos hay algunos escudos, dos de los cuales pertenecen a los obispos J. de Veneris (1463-1470) y Rodrigo de Vergara (1440-1478). En la rosa aparece san Martín, patrono del obispo Martín Fernández, quien reanudó las obras de la construcción de la Catedral. Mientras un diácono sostiene el báculo, el obispo administra el sacramento del Bautismo por inmersión a sus fieles. Además de la perspectiva, se han intentado caracterizar las edades de los mismos.
En el segundo ventanal se desarrollan escenas de la vida de san Clemente, entre las que aparecen tres paneles alusivos a Simón Mago: personaje que practicaba la magia en Samaria, maravillando a muchas gentes; cuentan los Hechos de los Apóstoles que quiso comprar los poderes sobrenaturales de los discípulos de Cristo. Aquí está dando pan a los pobres, ayudando a unos naúfragos a alcanzar las puertas de la ciudad inundada y atendiendo a unas madres que le presentan sus niños para que los toque. En la rosa se nos muestra a san Martín rodeado de tullidos, peregrinos y enfermos; entre ellos, con venera en el sombrero, cabalga un personaje montado sobre un pollino.
El tercer ventanal recoge las escenas más importantes de la vida de san Antonio, tal y como las narra Croisset, quien creemos fue la fuente de inspiración en el siglo pasado. Siguiendo el orden cronológico, encontramos a un individuo propinando una patada a su madre, a continuación, arrepentido, se confiesa con el santo; no conforme con la penitencia impuesta tras el perdón, se cortó la pierna; san Antonio se la vuelve a unir. En otro panel se cuenta el milagro de la Eucaristía: un caballero se negaba a creer en el sacramento de la Eucaristía; pidió al santo la siguiente prueba: ofrecer a su caballo dos cestas, una con hierba fresca y otras con las sagradas formas. Con sorpresa vió como, después de permanecer en ayunas durante una semana, su caballo, en vez de acercarse a comer la hierba dobló sus patas delanteras ante el cesto en el que se encontraba la Sagrada Forma. En otro panel aparece su padre injustamente encarcelado, como culpable del asesinato de un vecino; tras la oración de san Antonio, resucitó el muerto declarando su inocencia. Se representa también la predicación del Santo a las aves y a los peces, después de haber sido rechazado por los habitantes de su ciudad. Por fin, su muerte y elevación del alma al cielo. La escena más espectacular es la de la rosa, en la que realiza el exorcismo sobre un endemoniado.


PRESACRISTÍA

En el ventanal de la izquierda hay temas sueltos, como el profeta Ezequiel, Jesucristo "Lux mundi" visitando Jerusalén, Cristo juzgando a la Ciudad Santa y el sueño de Isaías, llenando Ia primera lanceta; y Tobías, tres discípulos nimbados, Daniel entre los leones y una escena de la predicación del Señor en la otra. En la rosa se representa al Pantocrátor envuelto por la mandorla mística.
La ventana del centro está íntegramente dedicada a la vida de Jesús: Anunciación, Adoración de los Reyes, Presentación en el templo, Bautismo de Cristo, degollación de los inocentes, Adoración de los pastores, Circuncisión, Huída a Egipto, el Niño en el templo y la expulsión de los mercaderes. En la rosa aparece Jesús entre una multitud de gente realizando curaciones.
En los vanos del último ventanal está el Padre Eterno como Creador del Universo y sacando a Eva de la costilla de Adán. Sobre ellos, un león rampante.
Finalmente, los lóbulos de la única rosa existente en la capilla de la Virgen del Carmen recogen los nombres de los artistas vidrieros que trabajaron en la restauración: Bolinaga, Lázaro, Torbado, Alberto González, Benito López... Está datada el año 1901.


VIDRIERAS DE LA CACERÍA

La vidriera de la cacería se halla situada en la nave central, su composición rompe con los demás conjuntos iconográficos, ya que en vez de representar santos y profetas, nos muestra ángeles músicos bajo arquitecturas góticas, representaciones de las artes liberales y figuras de caballeros y reyes. Su estilo también es diferente, ha desaparecido la rígida monumentalidad y esquematismo de las restantes vidrieras.
Lázaro, restaurador del siglo XIX, sostuvo la hipótesis de que esta vidriera había sido trasladada del palacio real a la catedral, ya que la consideraba una obra civil que representaba una cacería (y de ahí el nombre por el que se la conoce desde entonces).
Nieto Alcaide nos hace una interpretación más estudiada: perteneciente al vano cegado en la antigua capilla de Saint-Charles, la figura del rey a caballo representa a Carlomagno, con el globo y la corona de espinas de Cristo (entregada en sueños por el emperador Constantino al francés, según cuenta la leyenda). Las artes liberales pueden representar el Trivium y Quadrivium, por los que el emperador demostró gran interés en una corte donde se habían establecido eruditos como Eginardo o Alcuino.La realización de esta vidriera se sitúa entre 1270 y 1277, es probable que su autor fuera el vidriero Pedro Guillermo. Debe de vincularse con las aspiraciones imperiales de Alfonso X, de ahí la representación de Carlomagno en la vidriera y el escudo con el águila de Suabia, que está presente en la parte superior izquierda.


CONCLUSIÓN

Las ideas mas importantes de las vidrieras de la catedral de León son que hacen que entre mucho la luz. Además, fue casi pionera en España, ya que no existía apenas alguna representación anterior. También son muy importantes las vidrieras de la cacería, que se cree que fueron trasladadas de otro lugar hasta la catedral, ya que son motivos completamente distintos (abandonando los motivos religiosos).
La organización para realizar este trabajo ha sido muy fácil ya que lo he echo solo, ademas al ser tan solo de las vidrieras, la información es muy limitada y es por ello que el primer trabajo que hice fue algo lamentable.


BIBLIOGRAFÍA
  • www.arteguias.com/vidrieras.htm
  • http://www.catedraldeleon.org/

18 mayo, 2006

LeóN

INTRODUCCIÓN

Antes de hacer este trabajo la verdad es que ni siquiera sabia que existía esta catedral, yo en realidad quería algún templo renacentista, pero estaban cogidos y creí que hacer este trabajo seria interesante, por lo que me dispuse ha hacerlo y espero que me salga bien.

Catedral de León, iglesia episcopal de León (España), es la más tardía de las grandes catedrales góticas españolas del siglo XIII, junto con las de Burgos y Toledo. Comenzada hacia 1255, sus obras concluyeron aproximadamente en 1302.

CARACTERISTICAS ARQUITECTONICAS

. La planta es una réplica de la Catedral de Reims. Tiene unas dimensiones de 90 m de larga, 30 m de alta y 29 m de ancha. Dividida en tres naves, de la entrada al transepto, y cinco naves del transepto al altar mayor. En sus muros presenta 125 ventanales, con 1800 metros cuadrados de vidrieras policromadas de origen medieval, siendo consideradas de las mejores del mundo en su género. De ellas, destacan el rosetón central situado en el pórtico central, entre las dos torres de aguja, así como las de la Capilla Mayor, el transepto norte y la Capilla de Santiago, es algo más corta; los sistemas de bóvedas se relacionan con Amiens y Beauvais. Es la segunda de las grandes catedrales españolas.

Su interior presenta tres naves. No tiene capillas laterales, aunque sí un amplio crucero también de tres naves centrado en planta. Tiene dos tramos rectos antes de la girola. La girola es única, se abre en cinco capillas poligonales.

El alzado interior presenta un estrecho triforio, organizado con arcos apuntados que cobijaran otros. Hay que destacar también el rosetón. Tiene unos amplísimos ventanales con vidrieras original. Convierten a la iglesia en un edificio de cristal.

La organización de la fachada tiene influencia francesa, también del Maestro Enríquez.

Desarrolla un amplísimo programa iconográfico.

Presenta la catedral tres fachadas, cubiertas por completo de esculturas góticas: fachada occidental, fachada sur y fachada norte.
La fachada occidental se denomina de la Virgen Blanca. En la puerta principal se halla la figura de la Virgen Blanca. Esta virgen está acompañada por dos apóstoles.
La fachada sur consta de tres portadas: la central con un tímpano inspirado en la puerta del Sarmental de Burgos, la derecha presenta en su tímpano la escena de la traslación de San Froilán a la catedral y por último la izquierda denominada de la Muerte.
L
a fachada norte también llamada de la Virgen del Dado.

El principal tesoro de la catedral son sus increíbles vidrieras, de los siglos XIII al XX, ocupan mil doscientos metros cuadrados y son el elemento decorativo más importante. Las más hermosas son las de la capilla mayor y el crucero.
Destacan así mismo el coro, del siglo XV, y la capilla de Santiago, ejemplo del gótico florido.

La arquitectura Gótica es muy diferente a la Románica. Su sentido ascendente, los arcos apuntados, todo tendencia a elevación, idea de llegar al cielo. Aquel concepto de dios terrible y todopoderoso de la época precedente va desapareciendo.

Llama la atención en este periodo la poca importancia que el muro tiene, sólo sirve para cerrar y se puede prescindir de el. Se sustituyen por amplios ventanales, vidrios de colores que crean un juego vistoso y luminosidad que lo inunda todo.

En esta catedral de León, la búsqueda de la luz tiene cumplidas soluciones con su impresionante conjunto de vidrieras, uno de los más importantes de Europa: en ellas el color es más rico que en las francesas y sobre el predominio de azules y rojos, tan francés, aquí se aporta la gama de verdes, ocres y amarillos.

La catedral es el edificio más importante del estilo Gótico. El Gótico llega cuando la vida está cambiando, la ciudad despierta y con ella el comercio, la industria. La catedral empieza a tener mucha más importancia.

Hay grandes cambios arquitectónicos, como el empleo del arco apuntado en vez del de medio punto. La bóveda de arista se sustituye por la bóveda de nervadura o crucería. Siguen existiendo los arcos fajones y los formeros.

El arco puede estar más apuntado o menos. Las columnas se van haciendo, en el gótico, cada vez más delgada y se le llama baquetón. Se convierte en nervio adosado al pilar. También es normal que las columnas que estén adosadas a un pilar compartan un mismo capitel. Un capitel corrido para albergar a todas las columnas, y puede pasar lo mismo con la basa. Pero si cada una tiene el suyo propio, se van alternando una basa más arriba y otra más abajo.

El muro lo van haciendo desaparecer y es cuando emplean el arbotante, es como un elemento de soporte de la nave central que surge donde termina la bóveda, recoge el peso de la cubierta y lo lleva al estribo y para que el estribo no se venza se coloca el pináculo que es una especie de pilar en forma de aguja.

La decoración se centra en los arcos, es de tracería. Molduras de piedra, vegetales, formas geométricas. Casi todas las ventanas lo tienen. El trébol, yedra, cardo en los capiteles.

HISTORIA

Originariamente, sobre en la ubicación de la catedral, la legio VII gemina había construido termas y otros edificios públicos. Recientemente se han descubierto algunos de estos restos romanos, junto a la fachada sur. Con la reconquista, son convertidos en palacio real. En el año 916 el rey Ordoño II, que hacía pocos meses había ocupado el trono de León, venció a los árabes en la batalla de San Esteban de Gormaz. Como señal de agradecimiento a Dios por la victoria, cedió su palacio para construir la primera catedral española.

Almanzor devasta la ciudad, pero afortunadamente los daños en la catedral fueron fácilmente reparados, ya que el año 999 era coronado en ella el rey Alfonso V. Tras una sucesión de revueltas políticas y de duras empresas bélicas, hacia el 1067 el estado de la Catedral era de suma pobreza. Ello conmovería al rey Fernando I, quien, después de trasladar los restos de San Isidoro a León, "se volcó en favores a la misma".Con la ayuda de la princesa doña Urraca, hermana del rey, se inicia la construcción de una segunda catedral, acorde con las aspiraciones de la cristiandad románica, y dentro de su estilo arquitectónico. Ocupaba la sede episcopal Pelayo II. Aunque inicialmente románica, su estilo era fundamentalmente gótico, construida en ladrillo y mampostería, con tres naves rematadas en ábsides semicirculares, dedicado el central a santa María, como en la iglesia anterior. Aunque toda ella estuviese ejecutada dentro de las corrientes internacionales, contemplando lo que ha pervivido de su estatutaria, podemos averiguar que tenía su carácter autóctono, utilizándose aún el arco de herradura, al menos como forma decorativa. Fue consagrada el 10 de noviembre de 1073. Es de suponer que en ella trabajasen los mismos canteros que estaban construyendo la Basílica de San Isidoro de León.

Esta catedral se mantuvo en pie hasta finales del siglo siguiente. Cuando accede al trono el último rey de León, Alfonso IX, se asiste en la ciudad y en el reino a un importante cambio social, de creatividad artística y desarrollo cultural.

La construcción de la tercera catedral se inicia hacia 1205 y su estructura fundamental se finaliza en 1301, aunque la torre sur no se termina de construir hasta el siglo XV. Gran parte del solar se asienta sobre restos romanos, hipocaustos del siglo II, lo que dificultó la buena cimentación de los pilares. La acumulación de humedades y la filtración de aguas ocasionaron graves inconvenientes a los maestros. Por otra parte, la mayoría de los sillares de la catedral son de piedra de mala calidad, de tipo calizo, con escasa resistencia ante los agentes atmosféricos. Además, la sutilidad de su estilo es un desafío a la materia; los soportes son sumamente frágiles, las líneas han quedado reducidas a una depuración total, de modo que algunos arquitectos de la época pusieron en duda que tal proyecto pudiera mantenerse en pie.

Éstas han sido algunas de las razones más importantes por las que, ya desde finales del siglo XIV, comenzaron a verse fallos en su arquitectura. En aquella época se resintió al hastial sur, por haberse desequilibrado los pilares torales. Hubo que construir la "silla de la reina", obra del maestro Jusquín. El año 1631 se derrumbaron parte de las bóvedas de la nave central. El Cabildo recurrió a Juan Naveda, arquitecto de Felipe IV, quien cubrió el crucero con una gran cúpula, rompiendo los contrarrestos del sistema gótico, tan distintos de los del barroco. Tanto el hastial como las capillas del sur volvieron a estar en peligro. Aquél tuvo que ser reedificado en el año 1694. Quiso poner remedio a estos desastres Joaquín de Churriguera levantando cuatro grandes pináculos sobre los pilares del crucero, a principios del siglo XVIII, pero las consecuencias de esta intervención serían nefastas.

Por León fueron desfilando grandes arquitectos, como Giacomo de Pavía, mientras los males seguían agravándose. El terremoto de Lisboa del año 1755 conmovió a todo el edificio, afectando de manera especial a los maineles y a las vidrieras. El año 1830 aumentaron los desprendimientos de piedras en el hastial sur y, para salvarlo, Sánchez Pertejo reforzó los contrafuertes de toda la fachada.

El Cabildo temió un desenlace fatal, cuando el año 1857 comenzaron nuevamente a caer piedras de las bóvedas. Intervino entonces la Real Academia de San Fernando, y el Gobierno encargó las obras a Matías Laviña. Éste se dispuso a desmontar la media naranja y los cuatro pináculos que la flanqueaban, pero el peligro de un total hundimiento se hacía más inminente. A su muerte se responsabilizó de las obras Hernández Callejo, quien pretendía seguir desmontando el edificio, cuando fue cesado en el cargo. Con los proyectos de Laviña, continuó la restauración Juan Madrazo el año 1869. Éste era un gran medievalista, buen conocedor del gótico francés. Modificó notablemente la disposición de las bóvedas, volvió a rehacer desde la arcada el hastial del sur y planificó todo el templo tal y como lo encontramos hoy. A Juan Madrazo le sucedió en el cargo Demetrio de los Ríos el año 1880. Purista, como el anterior, continuó dando a la catedral el aspecto primitivo, según su pensamiento racionalista, y desmontó el hastial occidental, que había sido hecho por Juan López y Juan de Badajoz el Mozo, en el siglo XVI. A su muerte fue nombrado arquitecto de la catedral Juan Bautista Lázaro, que concluyó los trabajos de restauración arquitectónica en la mayor parte del edificio, y el año 1895 emprendió la ardua tarea de recomponer las vidrieras. Estas llevaban varios años desmontadas y almacenadas, con grave deterioro. Fue ayudado por su colaborador, Juan Crisóstomo Torbado.

El 27 de mayo de 1966 un incendio arrasó toda la techumbre de las naves altas.

En las últimas décadas se está trabajando con gran intensidad en el tratamiento de la piedra, en un esfuerzo por conservar esta maravilla arquitectónica

INTERIOR DE LA CATEDRAL

1.- Torre de las campanas.
2.- Portada de San Juan.
3.- LOCUS APELLATIONIS.
4.-Portada del Juicio.
4'.- Parteluz: Virgen Blanca (copia)
5.- Portada de San Francisco.
6.- Torre del reloj.
7.- Portada de la muerte.
8.- Portada del Apocalipsis.
8'.- Parteluz: San Froilán.
9.- Portada del traslado.
10.- Silla de la Reina.
1
1.- Ábside.

12.- Capilla de Santa Lucía.
13.- Capilla de Ntra. Señora del Carmen.

14.- Capilla del Santo Cristo.
15.- Puerta del Cardo.
16.- Presacristía.
16'.- Sacristía.
16''.- Oratorio.
17.- Capilla de San Antonio.
18.- Sepulcro de Ordoño II.
19.- Capilla de la Virgen Blanca.
2
0.- Capilla de la Virgen de la Esperanza.

21.- Capilla del Nacimiento.
22.- Capilla de la Virgen del Camino.
22'.- Capilla de San Andrés.
23.- Capilla Mayor.
24.- Capilla de Santa Teresa.
25.- Acceso al Claustro y Museo.

26.- Portada de la Virgen del Dado.
26'.- Parteluz: Virgen del Dado.
27.- Portada del Claustro.
28.- Puerta de la gomia.
29.- Capilla de San Nicolás.
30.- Capilla del Conde Rebolledo.
31.- Escalera de Juan de Badajoz.
32.- Sala de Piedra.
33.- Piezas retiradas en la última restauración por Demetrio de los Ríos.
34.- Crucero.
35.- Coro.
36.- Trascoro.
37.- Capilla de San Juan de Regla.
38.- Acceso a la Cripta

Capilla De San Juan De Regla

En el cuerpo inferior de la torre del norte está la capilla de san Juan de Regla, conocida como "la parroquia de la Catedral". En sus muros hay dos lápidas con inscripciones alusivas a los rectores de la misma que ya estaba abierta al culto el año 1274. El retablo que exhibe es churrigueresco, con lienzos referentes a la vida de san Juan Bautista; tiene también lienzos de san Juan Evangelista y de la Asunción de la Virgen.

Capilla De Santa Lucia

Al lado opuesto, bajo la torre sur, guarda simetría con la anterior, la capilla de Santa Lucía. Es interesante la pila bautismal que hay en ella, obra de Juan de Badajoz el Mozo; tiene forma de copa cubierta de escamas sobre las que resaltan varias figuras y grupos en relieve entre los que aparecen Moisés, el Bautista, el Bautismo de Cristo, la Ascensión y otro tema difícil de interpretar: se trata del prendimiento de un personaje femenino próximo a ser degollado ante el que hay otro masculino de rodillas; creemos que así como lo anterior simboliza el bautismo de agua, éste último grupo se refiere al bautismo de sangre. Junto a estos temas sobresale el escudo del obispo Pedro Manuel, protector del artista. El retablo es barroco, de principios del XVIII y está presidido por la titular

Crucero Norte

Empotrado en el muro occidental del crucero norte está el sepulcro del obispo Martín Rodríguez, que pasó de la sede zamorana a la de León tras largo forcejeo entre diversas tendencias existentes en el cabildo leonés. Tiene una finura singular, como obra que es del Maestro de la Virgen Blanca. En el frente de la tumba se representa un palacio del que salen los siervos cargados de alimentos que reparten entre mendigos, paralíticos, peregrinos y otros menesterosos; sobre el yaciente, figura la ceremonia de las exequias con la presencia de un grupo de plañideras. Más arriba, muy deteriorado, el calvario. Todo bajo arco lobulado con profusa decoración vegetal y angélica.

Debajo de la pintura de san Cristóbal se conserva un sepulcro que albergó las cenizas de san Alvito, en cuyo epitafio consta que murió el 3 de septiembre de 1062, en Sevilla, a donde se había desplazado por indicación de Fernando I para traer a León reliquias de las santas Justa y Rufina. Al fin, con el cadáver del obispo, se trasladaron a esta ciudad los restos de san Isidoro, hoy venerados en la basílica leonesa.

Pasada la cancela que da acceso al Claustro, hay un valioso cuadro pintado en tabla con el martirio de san Erasmo, a quien los verdugos arrancan los intestinos. Pertenece al gótico internacional.

Debajo está el sepulcro de otro obispo, Manrique de Lara, que fue el iniciador de las obras de esta catedral al año 1188. El lienzo que cuelga sobre él, representa a la Sagrada Familia, y fue pintado por el pintor leonés José de Mongastón, el año 1664.

Capilla De Santa Teresa

Es la primera de la cabecera. Ya disfrutaba de dotación el año 1250, y en ella fueron enterrados varios jueces del tribunal eclesiástico. En sus muros se conservan frescos de Nicolás Francés o de discípulos suyos. La imagen de la santa es obra de Antonio de Paz, discípulo salmanticense de Gregorio Fernández. Las verjas fueron hechas por Bartolomé Carense, en 1644.

Capilla De La Virgen Del Camino

Fuera del plano de la Catedral se construyó una gran sala rectangular, dedicada a librería del Cabildo. Hoy es la capilla del Santísimo o, según la advocación popular, de la Virgen del Camino. Un pequeño recinto cuadrado de la cabecera del templo le sirve de vestíbulo. Se comenzó a construir el 22 de agosto de 1492. Concluyeron las obras el año 1505, fecha en que se procede a colocar los ventanales, realizados por Diego de Santillana. Es de estilo hispano-flamenco, de tres tramos, con bóvedas de crucería sobre pilares que posan en abultados repisones, entre los que hay un hombre luchando con dos serpientes, Ia reina de Saba, Sansón, un voluminoso fraile, etc. Son de una extraordinaria calidad los calados de la imposta y chambranas, en los que se entrecruzan animales fantásticos, monstruos, figuras humanas, oficios y actividades... Todo en auténtica filigrana sobre piedra. Otro buen elemento decorativo es el retablo pétreo, a cuyos lados campean los escudos de los obispos Valdivieso y Desprats, impulsores de la construcción. Es obra de Juan de Badajoz el Viejo.

Capilla De San Andrés

Se comunica con la anterior mediante arco carpanel construido por Juan de Badajoz el Mozo, entre los años 1533-1534. Su estilo es más avanzado, aunque la parte que da hacia la librería, con su greca de complicados trazados, sigue el mismo tipo de decoración que aquella. El arco se enmarca entre columnas abalaustradas, con toda la superficie cubierta de "candelieri", "puttis", niños con guirnaldas, etc. Todo ya del plateresco.

Sobre el muro del frente hay un valioso cuadro de san Andrés, pintado en el siglo XVII por Eugenio Cajes. En el del norte se encuentran empotrados dos hermosos relieves, correspondiéndose con los yacentes de Alfonso de Mansilla y su esposa, María Velázquez, patrocinadores de la Catedral.

Capilla Del Nacimiento

En ella se guarda el magnífico escultórico que escenifica el misterio de la Natividad del Cristo. Sobre el portal, se reproduce un paisaje montañoso, escarpado, con arbustos, ovejas y cabras. Los pastores permanecen atentos a los ángeles que les anuncian la noticia. Todo está hecho con gran primor, conjugando el realismo flamenco con una perfecta idealización. Esta obra se hizo cuando los artistas centroeuropeos del siglo XV labraban la sillería del coro.

En el muro de la izquierda está enterrado el obispo Arnaldo, fallecido en 1253, según reza el epitafio.

Las vidrieras, aunque restauradas, son del siglo XIII. Aluden a san lldefonso y a san Pedro, a quienes estaba dedicada la capilla en aquella época. Figuran también otros dos obispos: uno suele identificarse con san Froilán, y el otro con san Hipólito. En una de las rosetas se representan peregrinos ante la iglesia de Compostela.

Capilla De San Alvito

Está frente a la capilla del Nacimiento. Lo construyó Juan de Badajoz el Mozo, por mandato del obispo Pedro Manuel, el año 1527; se trata de un altar-sepulcro, concebido a modo de un arco de medio punto sobre cuyo entablamento se encuentra la urna con las cenizas del santo. El fuste de las columnas se decora con temas vitícolas cuyos pámpanos arrancan del dios Baco, tumbado en la parte inferior. Son un precedente claro de la columna salomónica. Tienen extremada delicadeza los relieves del intradós de la Virgen, así como otras del entierro de Cristo, su descenso al limbo y la Resurrección. El altar oculta otras relacionadas con la vida del santo.

La urna del sepulcro es de tipo florentino, ovalada, con abundante decoración. La imagen de bulto que descansa sobre el altar es del siglo XV, representando a San Alvito.

Capilla De La Virgen De La Esperanza

Hace pocos años que está presidida por esta imagen de la Virgen de la Esperanza. Es de piedra, esculpida a finales del siglo XIII. Su policromía es posterior. Representa, en realidad, a la Virgen apocalíptica, con el Niño Dios en su vientre, perseguido por el dragón. Pasó en muchas ocasiones a cerrar el árbol de Jesé. Originó, así mismo, el tipo de imágenes llamadas "abrideras", a modo de tríptico abierto que mostraba el fruto de sus entrañas. Finalmente, era bastante común representarla en el momento de la Anunciación, embarazada también, como creemos que es el caso presente, a juzgar por la filacteria que porta. Es una imagen lograda con gran realismo, muy querida por todos los leoneses.

En las vidrieras hay escenas de la vida de Jesús y de María. Todas ellas sufrieron profunda restauración el siglo pasado. El sepulcro del muro izquierdo pertenece al obispo Diego Ramírez (1 344-1354). Expresa la temática funeraria común.

Frente a esta capilla hay un fresco de Nicolás Francés, roto en el siglo XVIII para dar acceso al altar. En el hueco se colocó un lienzo del Ecce Horno, pintado por Neira en 1834. Suponemos que dicho lienzo intentó sustituir al original, en torno al cual se desarrolla toda la escena, que ocurre en el palacio de Pilato, mostrándose en todas las figuras un gran aire cortesano, rayando la caricatura.

Capilla De La Virgen Blanca

Es la más antigua de la catedral, dedicada, en su origen, al Salvador. Desde 1954 la preside la Virgen Blanca, imagen que ocupaba el parteluz de la puerta principal del Juicio, tras haber sido sustituida por una buena copia, realizada por Andrés Seoane.

Es probablemente la escultura más clásica del gótico leonés, liberada de toda connotación francesa. La Virgen permanece de pie, pisando al dragón, en clara referencia a su concepción inmaculada. Marca un gran avance hacia el naturalismo, aunque todavía se aprecian en ella algunos rasgos arcaizantes. El artista ha intentado establecer comunicación entre la Madre y el Hijo, si bien Ella sigue pendiente del espectador. Las formas son correctas, cargadas de plenitud, como lo acredita la belleza del rostro. Esta imagen, por sí sola, ha dado nombre a uno de los artistas más geniales de la estatuaria leonesa.

La escultura yaciente de la izquierda guarda los restos de la condesa doña Sancha, fundadora de un monasterio en Cabreros del Río, a mediados del siglo XIV Tras haberlo donado a la catedral, fue asesinada por un sobrino suyo. Éste es el acontecimiento que se recoge en el frontis del sepulcro: la condesa hace la donación que recibe el Niño en brazos de Santa María de Regla; a continuación los sicarios cometen el crimen; el sobrino, que primero contempla los hechos, cae luego del caballo, siendo arrastrado por el animal al quedar su pie enganchado en la espuela del estribo; esto le ocasionó la muerte.

El otro sepulcro pertenece al infante D. Alfonso, benefactor de la Catedral, que murió en 1377. Aparece su escudo de armas; por el borde de la estatua corre la siguiente inscripción: "MAESTRE MARCOS ME FECIT".

Sepulcro De Ordoño II

En el muro frontero a la Virgen Blanca se encuentra el sepulcro monumental de Ordoño II. La escultura del yacente ofrece sus dudas sobre la ubicación del original ya que parece haber sido concebida para mantenerse en pie. Ésta y el registro inferior del lucillo fueron ejecutados en el siglo XIII; en aquél hay dos escenas perfectamente diferenciadas: la de Cristo en la cruz, muerto ya, a quien Longinos clava la lanza y otro soldado ofrecía la esponja, san Juan y la Virgen y los dos ladrones crucificados; la obra es la del Descendimiento de la cruz, con gran riqueza de detalles, posturas, etc.... En la primera llama la atención el gesto de Longinos, quien lleva la mano izquierda al ojo donde ha caído una gota de sangre; todo ello por atenerse a la literatura apócrifa.

El resto es del siglo XV. Resalta la estilización y la verticalidad de Cristo y de las figuras de la parte superior, todas ellas proféticas, en contraste con las de san Pedro y san Pablo, situados en los laterales.

Capilla De San Antonio

Además de la imagen del santo, de mediados del siglo XVII, son valiosas las pinturas de las ojivas murales: la Anunciación y santa Cecilia, por el lado izquierdo, de escuela valenciana del siglo XVI; san Mamés y santa Catalina, formando pareja; santa Marta y la Glorificación de la Magdalena, por el muro de la derecha.

Las vidrieras, además de las figuras, narran escenas de la vida de san Clemente y de san Antonio; hay mezcla de épocas y estilos.

Frente a esta capilla hay una piadosa representación del Llanto ante Cristo muerto; la Virgen pone la mano sobre el corazón de Jesús para ver si aún está latiendo

Presacristía

A continuación de la capilla de San Antonio hay una capilla que sirve de paso hacia la sacristía. En 1250 ya estaba dedicada a san Clemente y a Santiago. Tiene gran valor artístico el relieve que efigia al obispo Gonzalo de Osorio, labrado por el maestro Jusquín a principios del siglo XV; todo está ejecutado con gran detallismo lográndose una labor de orfebrería tanto en los ornamentos como en los atributos episcopales: aparecen san Pedro y san Pablo en el pectoral; san Miguel, casi miniado, en el báculo; las orlas de la casulla, sus plegados, adquieren calidad de tela sedosa y rica.

Las vidrieras expresan temas del Antiguo Testamento, como la Creación del mundo y de Adán, Jeremías, Daniel... y del Nuevo: éstas se refieren a la infancia de Jesús.

Frente a este espacio, el arquitecto Juan López construyó un retablito funerario compuesto por arco de medio punto sobre columnas estriadas, con hermosos querubines en el friso. La urna contiene los restos del obispo san Pelayo (875-878). Remata su ático con la figura del santo, mientras a su lado campean dos virtudes.

Capilla Del Santo Cristo

Hasta el año 1524 estuvo dedicado a aposento de los sacristanes de la Catedral; en aquella fecha D. Andrés Pérez de Capillas, arcediano de Tricastella, quiso enriquecerla con un calvario que encargó a Juan de Valmaseda. Dos años más tarde, el mismo artista completó el retablo con los cuatro evangelistas y sus correspondientes símbolos. El conjunto marca un momento interesante dentro de la escultura leonesa; por una parte, se encuentra dentro de las líneas y espiritualidad goticista; por otra, ya aporta, dentro de su austeridad, manifestaciones renacentistas. No faltan detalles pintorescos, como las gafas de san Lucas.

En el muro opuesto, se levanta la llamada "puerta del cardo", que fue diseñada y ejecutada por Juan de Badajoz el Viejo. Se trata de un arco triunfal rebajado que culmina en tres conopias que se entrecruzan complicadamente; sus molduras se cubren de la más variada profusión de cardinas, hojas de roble, vides, pámpanos, animales fantásticos y otros temas menudos y bien dibujados, similares a los de la comisa de la capilla de la Virgen del Camino.

Esta puerta servía para dar acceso al altar desde la sacristía. A cada lado hay una imagen sobre hornacina de media caña. En lo alto, una Virgen con el Niño.

Capilla Del Carmen

La titular es copia de una imagen de Gregorio Fernández. Lo más interesante de esta capilla es el sepulcro del obispo Rodrigo Álvarez (1208-1233), que la dedicó a san Miguel; es el mejor conservado de la Catedral. Responde a la tipología clásica: yacente, frontis con escenas de sus obras de misericordia, liturgia funeraria y crucifixión de Cristo; dovelas y cenefas recrean los consabidos temas vegetales entre figuras de ángeles.

El retablo que está a continuación es del siglo XVIII, con buenas imágenes de san José, san Alfonso Mª. De Ligorio, san Benito y san Miguel.

En la rosa figuran los nombres de los artistas y pintores que trabajaron en la Catedral en la restauración de las vidrieras.

Crucero Sur

Correspondiéndose con el del brazo norte, otro extraordinario sepulcro, protegido por tres ojivas, se empotra en el muro occidental. Es obra, también, del Maestro de la Virgen Blanca. En él reposan los restos del obispo Martín Fernández, el protegido de Alfonso X y constructor de la Catedral. En los tres tímpanos, muy deteriorados por las humedades, se desarrollan las escenas de: la Anunciación, Huída a Egipto, Flagelación, Ecce Horno, Crucifixión y san Martín partiendo la capa

Capilla Mayor

El Cabildo leonés, impresionado por el "transparente" que Narciso Tomé había construido en la catedral de Toledo, decidió hacer una cosa parecida en el presbiterio de la suya. Contrató con dicho artista, y con su sobrino Simón Gavilán, un retablo descomunal, de aparatoso barroquismo y teatralidad, en sustitución del que Nicolás Francés había pintado durante el primer tercio del siglo XV, para esta capilla mayor. Aquel retablo, que se colocó el año 1740, chocaba con la sencillez y pureza de este templo, por lo que, una vez terminadas las obras de restauración a finales del siglo XIX, los arquitectos "puristas" determinaron desmontarlo. En la actualidad se encuentra en la iglesia de los PP. Capuchinos depositado por el Cabildo.

Por ello, se emprendió la tarea de reconstruir el antiguo, del gótico internacional, compuesto por dieciséis tableros grandes y varias decenas de otros más pequeños; la gran mayoría habían desaparecido; únicamente se pudieron recuperar los cinco mayores que integran el retablo que hoy contemplamos, más las dieciocho tablitas con que se compuso el trono del obispo. Tres de los primeros se relacionan con la vida de san Froilán; en el más alto se narra al traslado de los restos de Santiago desde Iria-Flavia a Compostela; el quinto narra la presentación de la Virgen en el templo. En todos ellos se descubren influencias giottescas y de los primitivos flamencos; son pinturas alegres, penetradas de naturaleza en todos sus elementos vivos, dan importancia a lo anecdótico, a lo minucioso y narrativo.

En la primera de la izquierda vemos a san Froilán en medio de un bosque de estructura casi arquitectónica, sometiéndose a la prueba de la brasa extraída de la lumbre que hay a sus pies: la acerca a sus labios y, al no quemarle, interpreta que Dios le llama a la predicación. Más adelante hay dos palomas revoloteando sobre su boca, una blanca y otra negra: la negra le abrasa y la blanca le produce dulzor, lo que simboliza el gozo del Espíritu Santo que actúa en él. La tabla que está encima recoge el momento de la consagración como obispo; participan en la ceremonia otros tres obispos consagrantes. Hay además presbíteros, monjes, acólitos; entre los asistentes está san Atilano, que también va a ser consagrado. En el broche de la capa pluvial se lee: Froylavinus.

A la misma altura, por el lado de la epístola, está la tercera tabla del ciclo de san Froilán. Narra la visita del rey Alfonso 111 al monasterio de Moreruela para convencer a san Froilán para que venga como obispo a León, a petición de los leoneses. El monarca va elegantemente vestido a la moda del siglo XV, acompañado por varios cortesanos. Salen dos monjes a recibirle, uno de los cuales le da la mano. Aparecen dos gallinas atadas en el suelo, un perro espulgándose, dos mujeres hilan, otra pareja con aire pintoresco asiste a la escena. Abundan, como vemos, los recursos costumbristas.

Debajo de la anterior, se encuentra la única tabla conservada con tema mariano: la presentación de la Virgen en el templo. María, jovencita, asciende por la escalinata hacia el altar, donde esperan dos sacerdotes. Abajo quedan san Joaquín, santa Ana y algunos parientes. Todo ocurre en el interior de un edificio gótico.

Rematando el retablo podemos presenciar el traslado de los restos de Santiago, como ya se dijo, transportado por un carro de bueyes, al uso medieval. Le guían dos clérigos, vestidos con dalmática, mientras otros dos sujetan por los cuernos a dos novillos salvajes. En el fondo aparece una pareja de pastores, uno de los cuales se lleva la mano a la frente para protegerse de los rayos del sol y contemplar la procesión.

El resto de las tablas que integran el retablo pertenecen a la escuela castellana. El apostolado que está sobre la hornacina, procede de Palanquinos, así como las de la Anunciación, Adoración de los Reyes, la Purificación y la venida del Espíritu Santo, enmarcadas en la predela. La de la Natividad y el Tránsito de María, que se mezclan con las anteriores, proceden de la iglesia del Mercado. De esta misma iglesia fueron traídas las que componen el retablito de la derecha: Apostolado, el Niño en el templo, la Misa de san Gregorio, el Descendimiento y la Adoración de los Reyes. Es muy probable que éstas últimas fueran pintadas por Juan Alonso y Bartolomé de Herreras, el año 1524, para un retablo que fue "visto y tasado" por Juan de Valmaseda y Lorenzo de Ávila.

Una pintura excepcional es la que ocupa el intercolumnio opuesto al retablo anterior, atribuida a Nicolás Francés. Representa el Descendimiento de la Cruz, o Llanto sobre Cristo muerto. Como si se tratase de un expositor, José de Arimatea y Nicodemo sostienen en una sábana blanca el cuerpo del Señor, mostrándole al espectador, antes de envolverlo y depositarlo en el sepulcro. Un grupo de personajes asisten a la escena desde el ángulo superior de la derecha, entre curiosos y perplejos. Para mayor realismo, no faltan los instrumentos de la pasión: tenazas, cuerdas, corona de espinas, clavos, etc. (Esta pieza ha sido trasladada a la Sala del Rosetón del Museo Catedralicio).

El Arca De San Froilan

Uno de los tesoros más preciados de la Catedral es la Arqueta de san Froilán, que se expone debajo del retablo de la capilla mayor. Siempre ha sido arca de reliquias, y en este momento guarda las de san Froilán, anacoreta y obispo, que fue uno de los pilares sobre los que se fundamentó el proyecto repoblador y misionero del último rey de Asturias, Alfonso III el Magno. Es obra de Enrique de Arte, que vino a León el año 1501, para trabajar en la Custodia del Corpus, desaparecida el año 1808, y que era una de las más grandiosas de España.

La arqueta estaba ya concluida el año 1520. En su origen era la mitad más pequeña, chapeada por ambas caras. El orfebre Suero de Argüello la dividió en dos piezas hacia el 1573, quedando guarnecidos únicamente los frentes. Esta separación se hizo para colocar el sagrario entre ambas partes. Tras varias vicisitudes, volvieron a unirse y quedar tal y como la vemos hoy. Sus diez arcos de medio punto, separados por pilastrillas, cobijan los relieves de: santa Catalina de Siena, san Pedro, san Bartolomé, san Esteban, san Pablo, san Juan, Santiago, san Lorenzo, y Catalina de Alejandría. La decoración es rica, de tipo lombardo en los elementos vegetales. Abundan candelieri, grutescos, roleos, fuentes, vides, etc. Remata en crestería calada.

Debajo de ella está el sagrario, caja enmarcada por dos columnas de fuste liso y capitel corintio. En sus portezuelas figuran san Pablo y Melquisedec. Fue hecha por Suero de Argüello el año 1586. Sobre ella, el artista Rebollo colocó un templete clásico el año 1826, en el que resaltaba la figura de san Froilán, cincelada en plata.

El Coro

La Catedral de León es macrocéfala, como las francesas. Era fácil así colocar un gran coro alrededor del presbiterio, como se venía haciendo desde la época paleocristiana, aunque esta costumbre se utilizó menos en España.

Dicho coro ocupaba los dos primeros intercolumnios próximos al altar, con las sillas paralelas al eje de la iglesia. Las cuatro primeras de ambos lados se cerraron en escuadra en el siglo XVI, lo que originó la construcción del trascoro, quedando así el espacio de la capilla recogido con mayor intimidad para los actos litúrgicos. Permaneció allí, en el presbiterio, hasta el año 1746, en que el arquitecto Tomé lo colocó en el lugar que hoy ocupa. Ésta había sido una vieja aspiración del Cabildo, a quien se lo prohibió el rey Felipe II porque "se perdería la gracia y el ornato que tenía dicha iglesia".

Es una de las sillerías más bellas del siglo XV; empezó a tallarse el año 1467 para estar concluida en 148 1. El Cabildo mandó al maestro Enrique, carpintero de la Catedral, que "fuese a ver a examinar las sillas de Sant Fagund, e de Palencia, e fuese a Segovia..."

Se encargó de la obra el maestro Jusquín, que por entonces trabajaba en la fábrica. Los dos artistas más importantes que participaron en su factura fueron Juan de Malinas y Copín de Holanda, quien se hizo cargo de los trabajos el año 1475, tras fallecer aquél.

Toda ella está ejecutada con suma destreza. Las figuras tienen un dibujo excelente, entre la naturalidad y la elegancia. Además del letrero correspondiente, cada una lleva su atributo, por lo que es fácil identificarlas en su totalidad.

Se divide en dos coros, con doble orden de sillerías cada uno: el del Rey, por el lado del evangelio y el del Obispo, por el lado de la epístola.

Coro

A. Costados:

1. Isaac reconociendo a su hijo Jacob; 2. Esaú vendiendo la primogenitura por un plato de lentejas; 3. Un rey de Israel; 4. Rajab sujeta la cuerda por la que desciende uno de los emisarios de Josué desde los muros de Jericó.

B. Sillas Bajas:

1. La Ley antigua con la lanza rota y las tablas; 2. La Sibila Tiburtina dotada de profetismo; 3. Judas Macabeo; 4. El profeta Abacuc; 5. Daniel entre los leones; 6. Jeremías; 7. Esther con corona y cetro reales; 8. Jabel, con el martillo y el clavo que atravesó el cráneo de Sisara; 9. Gedeón, vencedor de los madianitas; 10. El joven Tobías con el pez; 11. El viejo Tobías aplicando la mano a sus ojos ciegos; 12. Nehemías, con el libro de la Ley; 13. Eliseo. 14. Assa, rey de Israel; 15. Un obispo; 16. Elías sobre un carro de fuego; 17. San Juan Bautista con el cordero; 18. Enoch, con la filacteria profética; 19. San Jorge acosando al dragón; 20. La Visitación de la Virgen a santa Isabel; 21. Genealogía de Cristo.

C. Sillas Altas:

1. La Virgen María; 2. San Gabriel; 3. Abraham dispuesto a sacrificar a su hijo Isaac; 4. Isaac con sus hijos Esaú y Jacob; 5. Jacob, ante la visión de la escalera y los ángeles; 6. Esaú con un trofeo de caza; 7. San Pablo; 8. Santo Tomás; 9. Santiago Alfeo; 10. San Felipe; 11. San Mateo; 12. San Marcos; 13. San Lorenzo con la parrilla; 14. San Vicente con dos cuervos y una cadena al cuello; 15. La virtud de la Prudencia con un espejo; 16. San Martín partiendo la capa con el mendigo; 17. San Froilán con el lobo; 18. San Nicolás obispo; 19. San Francisco de Asís; 20. Santa Catalina con la rueda del martirio; 21. Santa Marta pisando al dragón; 22. Santa Lucía, con palma y espada; 23. Santa Juliana, con acetre y manteniendo preso al demonio; 24. San Claudio vestido de soldado.

Coro del Obispo.

A. Costados:

1. Noé con sus hijos; 2. El Diluvio, el Arca de Noé y el Arco Iris; 3. Un rey de Israel; 4. Esther intercediendo ante el rey Asuero.

B. Sillas Bajas:

1. La Ley nueva, con cáliz y cruz; 2. El anciano Simeón con el Niño Jesús en sus brazos; 3. Joel; 4. Zacarías; 5. Ezequiel; 6. Isaías, con la sierra del martirio; 7. Judit, con la cabeza de Holofernes; 8. La reina de Saba, admiradora de Salomón; 9. Salomón; 10. David (ambos con instrumento de cuerda); 11. Natán; 12. Samuel; 13. Job, con sus vacas y ovejas muertas por el fuego caído de las nubes; 14. Un obispo; 15. El sacerdote Aarón; 16. Josué vestido de soldado; 17. Moisés, con los cuernos y las tablas de la ley; 18. Escena con tres actos: Sansón desquitando al león; Dalila huyendo a caballo y Sansón siendo apresado por los filisteos; 19. Jesús descendiendo al Limbo; 20. La precipitación de los ángeles en el Averno.

C. Sillas Altas:

1. La creación de Eva, que sale del pecho de Adán; 2. El arcángel san Miguel; 3. Un ángel, que puede ser el que expulsó del Paraíso a Adán y Eva; 4. Éstos, con túnica muy sencilla y una azada, haciendo referencia al momento posterior a la caída; 5. Noé con el arca del Diluvio sobre el pecho; 6. Nemrot, conocido como "el más grande cazador ante Yahvé", se ha identificado como Gilgamés, luchador y guerrero; 7. San Pedro con las llaves; 8. San Andrés con la cruz aspada; 9. San Juan con el cáliz; 10. San Bartolomé sujetando al dragón; 11. San Lucas con el toro; 12. San Esteban con las piedras del martirio; 13. San Sebastián; 14. La virtud de la Fortaleza; 15. San Lupercio; 16. San Silvestre; 17. San Isidoro; 18. San Jerónimo con el león; 19. Santo Domingo con un lobo; 20. La Magdalena con el tarro de los perfumes; 21. Santa Elena con la cruz por ella encontrada; 22. Santa Cristina con una rueda de molino atada al cuello y dardos; 23. Santa Bárbara con el torreón del martirio; 24. San Marcelo.

En los dos pilaretes de la embocadura hay otras seis imágenes de difícil identificación; múltiples figuras, fantásticas y picarescas casi siempre, se esconden en las misericordias, brazos de sillares, enjutas, etc.

El Trascoro

Aunque rompe la unidad espacial del templo, el trascoro es una obra genial del renacimiento español. Se comenzó a construir el año 1577, bajo la dirección de Juan López, sobre planos que había trazado Juan de Badajoz el Mozo un tercio de siglo antes. El continuador de las obras fue Baltasar Gutiérrez, quien completó la estructura, en cuya decoración se quiere ver la mano borgoñesa de Juan de Juni. Se concibe todo como un monumental arco de triunfo con un cuerpo de dos tableros a cada lado, enmarcados por columnillas de tercia, teniendo como pedestal un gran zócalo. En los relieves se representan las escenas de: la Natividad de la Virgen, la Anunciación, el Nacimiento de Cristo y la Adoración de los Reyes. Las cuatro imágenes que campean sobre él, efigian a san Pedro y san Pablo, a san Marcelo y san Isidoro. En el ático, por la parte delantera, está la Asunción de María, y, mirando al altar, san Froilán.

Dichas imágenes, lo mismo que los tableros de alabastro, fueron contratados por el cabildo con Juan de Juni y Esteban Jordán el 16 de febrero de 1577, fecha en que estaban avecinados en Valladolid, aunque ya antes habían estado vinculados a León. La realización de la obra corrió por cuenta de Esteban Jordán solamente, según los documentos conservados en el archivo de la Catedral, por haber fallecido Juni. El crucifijo que remata el conjunto está siendo considerado como de Bautista Vázquez, tras haberle presentado en concurso con otro del artista anterior.

Otras pequeñas representaciones de sibilas, virtudes y medallones se distribuyen sobre el entablamento.

Si impresionante es la escultura del trascoro, no de menor calidad son los trabajos de decoración que cubren sus campos: abundan los temas mitológicos, atlantes, figuras afrontadas, grutescos, bucráneos, arquitecturas fantásticas, entrelazándose los temas bíblicos con otros alegóricos. Entre aquéllos destaca el árbol de Jesé, con buena labor de trépano, que asciende por las jambas del arco.

Los muros laterales de los dos primeros tramos del coro son de Baltasar Gutiérrez; el resto los construyó Narciso Tomé en 1744. La verja que lo cierra

Fue fabricada por Félix Granda, bajo diseño de Manuel de Cárdenas, el año 1915.

CONCLUSIONES

Después de acabar este trabajo me a servido para aprender bastante de este templo el cual desconocía incluso su existencia, por la fotos que he encontrado y por su descripción se adivina su belleza, también me ha llamado mucho la atención la cantidad de vidrieras que posee que hace que la catedral parezca que no tiene muros, también me ha llamado la atención el anhelo medieval de resaltar su ciudad por encima de todo, lo que llevo a construir la grandes catedrales , otra cosa que me ha impactado es que por la acción de arquitectos incompetentes casi se pierde esta joya arquitectónica para siempre.

Israel Raposo